2012/12/21

Encuentro con la piedra


Una vez más llegas tarde. ¿Qué necesidad tienes de andar tanto tiempo fuera? ¿Acaso no te tomo en mi regazo, con el cariño que mereces? ¿No es para ti un punto de sosiego sentarte y observar los restos de la historia que aún reflejan mis piedras? y así dispuesta ¿decidir entablar algún tipo de diálogo que siempre espero? Soy tu piedra catedralicia.

Si. Hablan mis piedras entre revueltas de frío. Frío que ni el verano en su máxima canícula doblega. Sin frío moriría dejando que mi piel de piedra se cayera una a una, sin apenas ser perceptible ni para el que más la mira, hasta que el mal se hiciera irreversible.

León, ciudad de lluvia, nieve y frío...
hasta los huesos...
de ojos con lágrimas...
invierno
soledad entre amigos...
lucha por la vida, vinos...
huida...

Se sabe que le duele el tiempo cuando en su sur aparecen las pequeñas bolsas de estrella, cargadas de arena diamantina. Tú lo sabes, ya ha pasado por estados de crisis así, pero no se sabe muy bien si las cataplasmas que le han puesto la revitalizan en algo. Ella, parece sentirse mejor con eso, pero sus miedos de siglos por las traiciones de quienes tanto la han hecho, no le permiten queja, ni palabras.

Yo, creo más bien que llora, pero no sé si se niega a darme muestras, o es que las propias curas que le han puesto no le dejan desahogarse con nadie. He notado cada año, pues suelo verla con cada vuelta de la tierra al sol, que su sonrisa es más difícil. Le huelo un ánimo que decae lánguidamente.

El rosetón de su pórtico, en esta cara es donde mejor le veo el estado de su ánimo, tiene en los días de verano una sonrisa de oreja a oreja. Bueno, en realidad de claustro a obispado, pues en el fondo le gusta ser visitada, aunque algunos cansinos sólo la quieran para refrescarse en la tranquilidad de su intimidad. Es generosa, y lo permite siempre que la traten con el respeto que se merece.



En sus momentos tranquilos, cuando nadie oficia, cuando no es usada y sólo contemplada, se presta a que llegues más allá de sus primeras entretelas, y se siente alegre como para desnudar en recodos con su viento frío de siglos sus maravillas menos expuestas. Te transporta así a sus primeros años, dando saltos alegres de tiempo, que indica con sonrisas de luz filtrada por una u otra vidriera y te guía, si sigues el halo que la luz y el frio indican, por su laberinto menos frecuentado.

Lector, no quiero desvelarte más, pues prefiero que vivas nuestra catedral como ella sabe acoger. Si la ves todos los días en tu pasar, dale amados recuerdos míos.
 
Fotografía de: Andrés Martínez Trapiello

Un beso de paz.


© Samier 2012 diciembre.

2012/11/07

Resaca de Vida


El eco del carnaval mira su nuca con pretensiones de eternidad, al tiempo que su mirada se topa con un velo extraño de contaminación visto desde lo lejos, mientras un presentimiento contradictorio de sensualidad y muerte deja fría su columna vertebral, la piel contraída y los músculos en tensión rígida.

En ese extraño día, vive fiestas, oye estratagemas de unos para engañar a los otros, las de los otros para con los unos, la fatuidad y la vanidad en la máscara de algunas caras, la autenticidad de los disimulos, la bondad prepotente del dadivoso pregonando a todos sus actos, mientras guardaba los pingües beneficios de sus tráficos, la verborrea del maestro en su propio esperpento, la ceguera de los listos descuartizando débiles, a éstos, refugiados en sus enfermedades mentales, el trepidar enfermizo de los ansiosos, el fluir idiota de los mansos, el cinismo de los tímidos, la sed insaciable de los pornógrafos, a los violentos cuales brutos, a los ludópatas obnubilados por el becerro de oro. Escucha gran parte de la efímera vida en un vértigo.

Penetraciones en alma ajena con la ignorancia del huésped ceban su impostura con el dulce conocimiento de lo secreto en otros, hasta que un exceso de visiones le hacen sucumbir. Otro escalofrío más recorre su cuerpo y le produce el vómito. Como si su voluntad quisiera participar en el juego de la vida, se asía fuertemente a la hierba húmeda. Con briznas entre sus dedos gira su cuerpo que yace en barro, donde ha depositado todo el ardor que lleva dentro.

Cual si una navaja de afeitar cortara un tiempo en suspensión, los primeros rayos del sol rasgan el velo del ensueño en el que se ve raptado. La luz natural le devuelve a la fatiga del día que le obliga a declinar el despertar, y casi estólido, un placer nuevo le sumerge en Morfeo.



Acuciado por el frío, sin apenas con fuerzas para abrir los ojos, hace intentos de mover sus músculos agarrotados. No lo logra. El barro en que yace le absorbe, cierra los ojos de la voluntad y se resigna al ritmo del despertar que le viene impuesto, a pesar de que nadie puede usurpar el tiempo que nos pertenece.

Samier 2012, noviembre.
 
El tiempo que nos pertenece,
 
Eric Clapton-BB King


2012/09/25

Una noche de baile


Puse mi mano en su mano, dejándola sobre mi palma. Se alzaron juntas, reposando las señales de su piel en la mía. Miraba fijo su rostro mientras sus ojos volaban sobre mi pecho. Con mi otra mano, apenas mis dedos tocaron la parte alta de su espalda, su  cuerpo dúctil quedó a la distancia del calor sin roce de cuerpos. Supimos que podríamos vibrar al ritmo del tango. Ni la luna fue capaz de interponerse entre nosotros mientras duró la noche, en el equilibrio frágil de sensibilidades entregadas. Amaneció en el tiempo de tu lectura.

©Samier  septiembre  2012

2012/09/11

Duermo el tiempo en sensaciones….

 Ante ti, muere la Lógica
Luna vieja entre estrellas
Pasatiempo en sensaciones
Entre azules oscuros inalcanzables
Hincada de codos sobre la borda
Muestras en la mar reflejas arrugas bellas


Como vírgenes en ausencia de sol
Brincan en tu superficie de espuma, olas
Creyendo quien contempla, efímero
En la larga sucesión de días
Coleccionados como tiempo

Entresijos encantados de naturaleza
Precipita un escalofrío tras mirada
Donde no existe vacío
Se encuentra con la aparente nada

Nada en sueños continuos
Aunque más que soñar divaga
Y en esta bruma de ambiente
Vuelve su mirada de frente


En suspenso infinito donde sabe que hay fin
Sobre la superficie del agua que habla
Se establece un susurro en frases silbantes
Inaudibles casi, de cuchicheos  al oído

Afina tímpanos, entre instrumentos de viento
Cabos que no amarran
Devaneo en sueño del Ulises, poseído
Gotas de mar y sudores mezclan sus sales
Y los poros de la piel se abren

Desde sus ojos
Perlas de olas intranquilas
En sinfonía de una noche olvidada en un verano
Inquietos, ve mezclar todos lo sentidos
Se inflaman voluntades de sirena con lo que ya son gritos
De mar picada en alborada


Felicidad en el tiempo de un olvido lavado
Momento del viento que peina la ola en su susurro
Cántico
Cuerpo
Pensamiento
Vigilia
Vuelta al sueño
Paz en pasión presa, embriagadora, adorable, a las puertas del mar
Contra la piel,
                     Luz de luna ya caída
                                                    Baja su telón
Desaparecen las siluetas de sombras, ciego en negro
 
Duermo el tiempo…
 
 
 
 
Samier 2012, septiembre.

2012/07/12

A las cuatro y a las seis se escondió la luna



A las cuatro y a las seis se escondió la luna
               Vértigo del tiempo
                                                                   Obnubila ojos en un abrir y cerrar de párpados
Y no se  puede aunque se intente fijar la vista en el objeto

                                                                                      A las cuatro y a las seis se escondió la luna
¿De cuantas formas diferentes nos pasa el tiempo?
                                                                                     Nos come, no más, sin tener que esperar
Y mientras, preguntas
                                 ¿Por qué no te creo?

A las cuatro y a las seis se escondió la luna
Sólo, 
                                        Un corazón sangra al perder la presencia
                                         E intenta conservar ese líquido en el mejor de los estados posibles
Pretende salir incólume
                                  Tras paseo por los infiernos
                                                                          Niega al pensamiento
                                   Todo tiene su lastre
A las cuatro y a las seis se escondió la luna

Por eso
El aire se volvió viento en capricho
El cabello de tu cabeza se agitó disperso
Y la piel de mi brazo se erizó a su contacto
A las cuatro y a las seis se escondió la luna

A las cuatro y a las seis se escondió la luna
                              Pupilas dilatadas se dijo
                                                           Y no paró de mirar para su adentro
                           Noche oscura del insomnio
                    Paraíso perdido del día
        Quimera de la realidad impuesta
A las cuatro y a las seis se escondió la luna


©Samier 2012 julio.

2012/06/18

Tránsito



Luz del sol filtrada por tu ventana
agosta una siesta tardía de verano
mientras el cuerpo toca,
en mínima expresión,
el lado inevitable
para yacer en sueño imposible...

Profundo dormir
de costoso despertar
aturdido y  narcotizado
que ya en la noche
se capacita para el sueño en  vuelo
que el día agosta empecinado

Contaminantes luces
ante una tranquilidad de la noche sospechosa
donde solo a los grillos les está permito hablar
reposa tu mano en la copa ambrosía
para notar desde tus labios
una vida pasar


Río en años transformación de los cuerpos
es remanso
tumbado, ya ajado, en inclinación a la mar
es un sobrar de ideas, de hechos, de palabras
y sólo el eco de tu corazón escucha
Tú, la siempre amada, vida

Ojos en nebulosa
cansados de tanto ver
bordeados por valles
reflejan arados
cargados de todo
en espalda doblada


Pasajero del soplo, pretencioso de lo eterno
ínfimo ante el abrazo del todo azul que te ha acogido
prepotente de la nada
confundido de sí mismo
entelequia
muere soñando: Hombre.








©Samier 2012 junio


2012/06/08

Deslumbrada



Sara Yèin


                                                                  Deslumbrada
                                                                  reseca
                                                     a párpado cerrado
                                        renace el alma
                       en una lágrima…
        …de alegría

Colores impactantes
tras crisálida del gusano
busca la flor
de la primavera alterada
bajo la lluvia con sol…
                                 …del contraste divertido
                        
                    
Vista fragmentada
por humedad alcanzada
no pasa  piel sedada
mira el alma otra alma y entrenada
cierra ojos esperanzada
en libertad… 
                               amada.



©Samier 2012 junio

2012/05/30

Caligrama viceversa (1)

                                                 Huye ciego de su ayer
                                                            Autismo del sentimiento
                                                                        Falta el aire a su respiro
                                                                                        Sin viento en el movimiento
                                                                        Almendrado de ojos sin ver
                                                                              Silencio mudo
                                                            Trago amargo  del error
                                               Cristales de luna rota
                                   Odio del desamor
                        Digo que dicen adiós
            Ojos acuosos en sal
Irritados en su propio yo
            Efluvios de amor que en Edén persigue
                        Y no alcanzan su propia presencia
                                   Ni allá donde su brazo llega
                                                Mano que en caricia ruega
                                                           Pena sobre pena y pena
Aleja y no consigue
            Extranjero de sí mismo
                                              


(1) Para empezar a leer por donde se quiera

©Samier 2012 mayo

2012/05/24

La Casa Vacía

 La casa de enfrente, abandonada tras el último grito de una niña de cinco años que recogía precipitadamente su muñeco de sueños antes de partir y no volver jamás, fue el recuerdo que me produjo el último pinchazo de vientre. Doblado sobre mis rodillas, alcancé la cama con gran esfuerzo. Permanecí en posición fetal desde el abandono del último sol hasta el primer rocío, acompañado de una obsesión premonitoria y de la vista constante de la ruina.
En la última voluntad

Un acuerdo sordo y mudo de equivalencias era corroborado entre la apariencia  que se ofrecía a la vista y el dolor solitario. La metástasis cancerígena de las células se sincronizaba con el deterioro progresivo que el cambio del tiempo causaba en la casa que veía desde mi cama.

Me anunciaron mi transformación definitiva en cuestión de días, pues algunos ganglios estaban claudicando ante la confundida reproducción celular. A la vuelta de aplicarme la radioterapia las ventanas de la casa de enfrente aparecieron enladrilladas, las malas hierbas habían echado flores y un viento frío de un incomprensible verano se metió en mi cuerpo dejando mi alma vacía, como la casa de enfrente.

                                                                     Descanso en paz.
 

Samier. Mayo del 2012.

2012/05/20

Sosiego

Caucho rodando a gran velocidad
          no puede, se apaga, no es su hora

                lejanía de sábado a las cuatro de la tarde
           silencio,
                nos dijimos acompañado por nuestro callar

disfrute,
             
                las hojas callan
 ni el viento hace ruido,
               amaina
                                       nada se oye,
             todo se escucha

por fin, ...era el momento

parloteo de nuestros ojos
                                dejándose hablar                             
                en la hora incapacitada de mentira
                                 todos duermen la siesta
       la tierra frena su giro apelmazada de sol

        una hoja despistada de temporada
   choca en esta nueva primavera contra el suelo

duerme,
                   nuestras manos se sienten
                                            las caras se relajan
                                                                   callamos en el cerrar de párpados
                                y los planetas de nuestros pensamientos se juntan
                                                                              en un beso de carne húmeda
                                                                             que se busca y se reencuentra
                                                     en un todo,
                                                                amor.


Samier. Mayo 2012.


Repudio, avance de un epitafio


                                            Cuando el miedo te atenaza
                     porque la soledad te espera
                                           al haber asesinado el amor
                                                                         empiezas a conocer
                                                 el alcance de tu miseria

El cuerpo con conciencia
                                      tiembla
                                                se convulsiona y enferma
                                                                                       no hay salida para la traición
Nada consuela
                     ya no buscas y la nada encuentras
                                                          lento suicidio del yo cobarde
                                      odias… te odias
                                                             propia miseria, ciega…

No hay más vueltas de rosca
                               piensas cobarde acabar
                                             y te engañas una vez más
                                                          ese paso tú no lo puedes dar

   ©Samier. Mayo 2012.


Cuando el miedo te atenaza
                                                                                        


Ceguera del sentido


Espaldas encontradas
     sentimiento huidizo
          nefasto a lo suyo
               plomiza soledad nuestra
                    agujero negro de fin de fiesta

                                                            Vértigo del desahogo
                                                                    zozobra de la duda
                                                               dolor contigo                                                                                   y sin ti
                                                                                   espejismo en vuelo iluso
                                                                                        dulce ocio irresponsable

                              Necio frenesí  ciego
                                    rediviva juventud perdida
                                         idealismo de aire
                                              Alicia en su maravilla
                                                    prepotencia, látigo para dolor ajeno

Cabeza de mar picada
     torbellino, ya mareo
          sin sentido del desenfreno
               sonríe el adulto enfermo
                    al vahído que le produce un sueño

                                                             Acicate en el enredo, cosas locas y dispersas
                                                                   hedonista veo
                                                                        consecuencias son un bledo
                                                                             años a un lado desmemoriado
                                                                                    acelera y quita freno alocado
                                       Des
                                              descerebrado
                                                   desenamorado
                                                        descarado
                                                              descarnado…

                                Ego de gran ombligo
                                                   aléjate sin ruido
                                                                 devuelve la vista al sentido
                                                                           Samier. Mayo 2012